Para el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Ubaldo Santana, llegar al Domingo de Ramos se ha convertido en el acontecimiento central de la fe cristiana, "a pesar de las condiciones sociales en que vivimos de inseguridad, miedo o dispersión por viajes de descanso o vacaciones".
"Cada año celebramos la fe en torno a Cristo muerto y resucitado, todos necesitamos respirar hondo en esta Semana Santa, para renovar nuestra fe, fortalecer la esperanza y no dejarnos desanimar por dificultades y nadie puede ser mejor guía que Jesucristo para hacernos sentir que no estamos solos y que debemos luchar por una patria mejor y mundo más humano", dijo.
Sobre el mensaje de la Iglesia para quienes se encuentran en huelga de hambre por reclamos laborales, el Arzobispo de Maracaibo aseguró que es una situación que hay que analizar desde dos aspectos.
"Por una parte, entiendo los anhelos, la angustia y desesperación, pero hay que pensar y meditar bien antes de llegar a expresiones extremas, que son violencia contra la misma humanidad de cada uno y la sociedad. Creo que la no violencia activa es un buen camino, pero si mezclan actos violento de agresión contra la parte física del ser humano, el mensaje es más difícil de entender".
Por otro lado, claman por ser atendidos, ser oídos y para que sean justos en sus salarios y reivindicaciones y eso debe ser escuchado por parte de las autoridades y del Gobierno. "Yo creo que hay un enorme reclamo de la sociedad que no se siente atendida en sus justas y verdaderas necesidades y quiere que sus gobernantes no se lancen tan precipitadamente en campañas electorales, viajes y confrontaciones internas, para ver quien es candidato o no, sino que oigan al pueblo, que se den cuenta que los necesitan no para adquirir poder, sino para servirles y atenderles en lo que realmente es fundamental como es la vida, los derechos humanos el cuidado de la persona, de su salud, asegurarles viviendas y un empleo que les permita vivir dignamente.
El prelado declaró poco antes de oficiar la Misa de Ramos en la Catedral de Maracaibo, donde se bendijeron las palmas. Una marcha de la feligresía partió hasta la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, La Catedral de Maracaibo y la iglesia de Santa Bárbara.
En la homilía, monseñor Santana dijo que resaltó la transcendencia de Jesús. "No se trata de pedirle a Dios que nos libre del dolor, sino de ir detrás de Jesús para transformar situaciones de la vida".
"Cada año celebramos la fe en torno a Cristo muerto y resucitado, todos necesitamos respirar hondo en esta Semana Santa, para renovar nuestra fe, fortalecer la esperanza y no dejarnos desanimar por dificultades y nadie puede ser mejor guía que Jesucristo para hacernos sentir que no estamos solos y que debemos luchar por una patria mejor y mundo más humano", dijo.
Sobre el mensaje de la Iglesia para quienes se encuentran en huelga de hambre por reclamos laborales, el Arzobispo de Maracaibo aseguró que es una situación que hay que analizar desde dos aspectos.
"Por una parte, entiendo los anhelos, la angustia y desesperación, pero hay que pensar y meditar bien antes de llegar a expresiones extremas, que son violencia contra la misma humanidad de cada uno y la sociedad. Creo que la no violencia activa es un buen camino, pero si mezclan actos violento de agresión contra la parte física del ser humano, el mensaje es más difícil de entender".
Por otro lado, claman por ser atendidos, ser oídos y para que sean justos en sus salarios y reivindicaciones y eso debe ser escuchado por parte de las autoridades y del Gobierno. "Yo creo que hay un enorme reclamo de la sociedad que no se siente atendida en sus justas y verdaderas necesidades y quiere que sus gobernantes no se lancen tan precipitadamente en campañas electorales, viajes y confrontaciones internas, para ver quien es candidato o no, sino que oigan al pueblo, que se den cuenta que los necesitan no para adquirir poder, sino para servirles y atenderles en lo que realmente es fundamental como es la vida, los derechos humanos el cuidado de la persona, de su salud, asegurarles viviendas y un empleo que les permita vivir dignamente.
El prelado declaró poco antes de oficiar la Misa de Ramos en la Catedral de Maracaibo, donde se bendijeron las palmas. Una marcha de la feligresía partió hasta la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, La Catedral de Maracaibo y la iglesia de Santa Bárbara.
En la homilía, monseñor Santana dijo que resaltó la transcendencia de Jesús. "No se trata de pedirle a Dios que nos libre del dolor, sino de ir detrás de Jesús para transformar situaciones de la vida".
El Universal
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