-¿Cuál es el límite en las estatizaciones?
-El límite es el castro-comunismo, dentro de una estrategia en la que el Estado se convierte en el dueño de todo. El argumento es la supuesta propiedad social en un juego macabro detrás del cual Gobierno se empeña en negar su verdadera naturaleza. Los venezolanas deben tener claro que estamos un proceso en el cual todos tenemos un número. Quien crea que puede salvarse porque no grite duro, baje la cabeza o esté recibiendo algo, se equivoca. Los pueblos del mundo han demostrado que sólo aprecian la libertad cuando la pierden.
-¿Ocurre en Venezuela?
-Claro. Esto empezó en 1999, con un cerco al sector productivo muy bien estructurado y pensado. Crearon sindicatos paralelos, controles de precios, de cambio, incrementaron la permisología y elaboraron un entramado legal para paralizar la actividad productiva. Luego vinieron las expropiaciones, que fueron canceladas, sobre todo en el caso de las empresas extranjeras: Electricidad de Caracas, Banco de Venezuela, Exito, cementeras, petroleras.
-¿Hubo discriminación?
-Eso es público y notorio.
-¿Incluyes a los empresarios colombianos entre los favorecidos?
-Lo de los colombiano es más triste porque se usa las ventajas económicas sin importar las otras. Y lo digo más por el empresario colombiano, quien no ha tenido ninguna solidaridad con el empresario venezolano, ni mucho menos la ha expresado públicamente. Entiendo que el presidente colombiano venga a Caracas a defender a los suyos, pero lo malo es que lo haga tan descaradamente y con tal cinismo, como si no le importara para nada el contenido de las computadoras (de Raúl Reyes) que él contribuyó a hacer públicos. Pareciera que olvida de la estabilidad de su Gobierno cuando se abraza (con Chávez), como si fueran viejos amigos y nada hubiera pasado.
-¿Se reduce simplemente al tema de la deuda ese cambio de actitud de Santos?
-Se trata, única y exclusivamente, de los 6 mil millones de dólares que están en juego en el intercambio comercial binacional, para ellos es muy importante. Los empresarios latinoamericanos no se preocupan por la defensa de la libertad.
-Cuando hablas de "pérdida de la libertad, ¿te refieres a la libertad económica?
-Me refiero a derechos fundamentales, comenzando por el de la vida, que no está garantizado en Venezuela. Ocurre que los cinco poderes llamados a controlar al Estado, se usan para mantenerlo y cuidarlo. Esos funcionarios deben recordar que mañana deberán enfrentar al Estatuto de Roma.Lo mismo ocurrirá con quienes ejecutan las órdenes de expoliaciones y violatorias de la Constitución.
-Dices que los titulares de los poderes públicos y del Gobierno tendrán que rendir cuentas ante el Estatuto de Roma. ¿Crees, entonces, que el Gobierno va a caer, no obstante tu opinión de que marchamos hacia el comunismo?
-Depende. Si nos quedamos de brazos cruzados hasta que Chávez anuncie oficialmente la adopción del castro-comunismo, va a ocurrir porque, de hecho, ya lo tenemos. Pero nuestro pueblo tiene conciencia de la importancia de la libertad y así lo ha manifestado en muchas oportunidades. No puedes afectar a tanta gente al mis- mo tiempo sin que haya una reacción y el de la propiedad es un problema para el Gobierno.
-¿De qué manera?
-Desde el 2006 lanzamos desde Cedice, la campaña "Un País de Propietarios, con Marcel Granier y Oscar García Mendoza. Entonces quedó claro que más del 80% de los venezolanos no está dispuesto a aceptar que le quiten su derecho a la propiedad. Eso provocó una reacción desproporcionada por parte del Gobierno. Prohibieron los testimoniales en los medios, nos acusaron de ir en contra de los derechos de la mujer, pero tuvieron que retroceder y en el 2007 perdieron el referendo. La gente comprendió que el castro-comunismo no es viable.
-A pesar del resultado del 2D y luego del 26S, parece que el rechazo popular sólo se expresa electoralmente.
-Luego del 2002 y de las acusaciones sobre un presunto golpe de Estado que nunca ocurrió (fue un vacío de poder), quedó la sensación de que no podemos protestar porque el Gobierno pega duro y cuando quiere imponer la fuerza, la impone.
-¿Acaso no pega duro?
-En cierta forma eso explica la falta de una reacción más vigorosa. Pero ya se está sobrepasando los límites y los venezanos tienen todo el derecho de manifestarse más allá de la expresión electoral. Sobre todo si tienes un Presidente que hace caso omiso de las decisiones soberanas expresadas en ese sufragio. Hay descontento y eso se palpa en todo el país.
-¿Qué se debería hacer?
-Un frente que una a los venezolanos contra la ofensiva castro-comunista y ofrezca solidaridad a quienes sufran los efectos de la acción del Gobierno. Si se hubiera expresado un masivo sentimiento de rechazo y de solidaridad con los perjudicados, cuando tomaron la primera finca (Caso Azpúrua) y luego, con las demás expoliaciones, otro sería el cantar. Por eso los diputados elegidos tienen un poder de representación que debe cristalizar en un movimiento que haga valer los derechos constitucionales.
-¿Se puede enfrentar democráticamente a un Gobierno que pretende liquidar a la democracia?
-Sí, si se demuestra que somos mayoría y tenemos la fuerza suficiente.Yo soy optimista porque muchos venezolanos no nos queremos ir, ni aceptamos lo que estamos viendo.
-Entonces, es posible desalojar a Chavez del poder por la vía electoral en el el 2012.
-Ojalá. No soy enfático porque en un país donde no hay estado de derecho es muy difícil afirmarlo rotundamente y no se cómo reaccionarían los poderes, ni los responsables de garantizar la pervivencia de la democracia. Ahora, nosotros debemos examinar la verdadera alternativa que se merece el país luego de medio siglo de controles que van contra las corrientes naturales del mercado.
-¿Equiparas al chavismo con la era AD-Copei?
-Aquí se ataca a un neo liberalismo que nunca existió. Lo que ha habido es un neo-mercantilismo. Grupos económicos, sindicalistas y partidistas que se han repartido el país dejando a mucha gente por fuera. De allí el inmenso cinturón de miseria y la deuda social que este Gobierno ha incrementado. Quien venga con las medidas para hacer las cosas bien no será muy popular porque necesitamos trabajo duro, competitividad y desligar a mucha gente de la teta del Estado. Si en 1999 nos quejábamos porque había un millón de empleados públicos y bastan 300 mil, ¿cómo mantienes los tres millones que hay hoy en día? De allí el deterioro material y moral del país.Ya el populismo no alcanza y es gravísimo el daño infligido por el mercantilismo.
-¿Son tan culpables como Chávez adecos y copeyanos?
-Ellos no fueron tan lejos como, pero su orientación en lo económico es la misma: la hegemonía del Estado, que debe garantizar el bienestar y la equidad, cuando la verdadera justicia social es la igualdad de oportunidades al individuo desde que nace, para que pueda desarrollar sus habilidades con educacion y salud obviamente garantizadas por el Estado
-Chávez te vincula con los partidos tradicionales y dice que dirigentes como tú pretenden restituir el esquema de dominación imperante antes de su llegada.
-El lo ha mantenido, multiplicado y exponenciado. Yo no tengo ninguna aspiración. Cuando trajimos a Vargas Llosa dije que Chávez es tan engreídos que atribuyó la invitación al hecho de que él estaba en la presidencia. Pero era la tercera vez que traíamos a Vargas Llosa. Nosotros somos principistas. No reaccionamos porque él esté en el Gobierno. Con Pérez actuamos igual.
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