Mató dos pájaros de un solo golpe.
La mayoría de la Asamblea Nacional rechazó ayer debatir el caso del presunto narcotraficante Walid Makled y las afirmaciones del jefe del Comando Estratégico Operacional, mayor general Henry Rangel Silva, quien declaró el lunes al diario Últimas Noticias que la Fuerza Armada está "casada" con el proyecto político del presidente Hugo Chávez.
Ambos temas fueron puestos sobre el tapete por la disidencia. El diputado Juan José Molina (Podemos-Bolívar) planteó analizar las denuncias presentadas por Makled, quien ha dicho que pagaba sobornos a altos funcionarios civiles y militares de la República Bolivariana. Carlos Escarrá (PSUV-Aragua) se encargó de desechar la propuesta. "Caeríamos en el juego de este mafioso para eludir a la justicia venezolana", sostuvo.
Sin embargo, Escarrá señaló que el supuesto capo estuvo relacionado con los ex gobernadores de Aragua, Didalco Bolívar, Carabobo, Henrique Salas Römer, y Yaracuy, Carlos Giménez. Este último abandonó Podemos y se inscribió en el PSUV antes de ser investigado por corrupción en 2008.
Luego, la legisladora Pastora Medina (Frente Humanista-Bolívar) demandó evaluar las palabras de Rangel Silva. Allí le respondió Juan José Mendoza (PSUV-Trujillo) que la Fuerza Armada está sujeta a la Constitución.
El Nacional
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