Las irregularidades durante los procedimientos administrativos que inicia el Instituto Nacional de Tierras se han convertido en la regla en vez de la excepción.
La declaratoria de tierras baldías cuando las fincas se encuentran plenamente productivas y la exigencia de documentos irrisorios como los títulos de desprendimiento de la Nación se ha convertido en el dolor de cabeza de los productores afectados.
Domingo Giu, director de Fedenaga, señaló que el Ministerio de Agricultura y Tierras, mediante el INTI, ha actuado con mucho desorden en las actuaciones de intervención de tierras además que desconoce títulos de propiedad que fueron legitimados hace más de 100 años.
"Con la exigencia del título de desprendimiento de la nación, ningún productor ha podido comprobar la propiedad sobre sus fincas porque es prácticamente imposible", expresó el ganadero.
Pero aunque el instituto agrario exige esta clase de papeles para validar la legitimidad de la propiedad, hay otros que continuamente rechaza como los certificados de finca productiva, por lo que el afectado se encuentra entre la espada y la pared al limitársele sus recursos de defensa.
COMIENZA EL ATROPELLO
Cipriano Heredia, dueño del hato El Zamuro, en Portuguesa, es uno de los miles de productores afectados por las extralimitaciones cometidas por el INTI.
El productor narró que aunque el hato llegó a ser un modelo de alta producción en la entidad, el INTI abrió en el 2005 un procedimiento administrativo donde declaró al fundo ocioso a pesar de la ganadería extensiva que se practicaba en el lugar.
Con una extensión de 5.890 hectáreas, que estaban ocupadas por cuatro familias, los potreros albergaban 3.400 reses. Pero luego del procedimiento, donde tampoco se reconoció la cadena titulativa que databa de 1834, a la familia Heredia sólo se les permitió ocupar 854 hectáreas pero con carácter de "ocupantes", al igual que al resto de las tres familias que sólo les dejaron alrededor de 260 hectáreas a cada una.
El resto de las 3.400 hectáreas fueron repartidas entre cooperativas y fundos zamoranos que descontinuaron las actividades de ganadería y que tampoco pueden ejercer la siembra debido a que el tipo de suelo del hato El Zamuro es de tipo VII.
Heredia explicó que el procedimiento estuvo lleno de vicios debido a que para iniciar un proceso de rescate de tierras, se necesita de una sustentación de un expediente para que la parte afectada tenga derecho a la defensa. En su caso, este expediente nunca se abrió por lo que la Oficina Regional de INTI en Portuguesa impidió que la contraparte expusiera sus alegatos.
"Es una contradicción del INTI y del Tribunal Agrario que conoció la causa decir que hay ociosidad de tierras cuando se presentó un certificado de vacunas por más de 3 mil cabezas de ganado. También nos exigieron una Cédula Real para comprobar el desprendimiento de la Nación sobre las tierras, esto es absurdo", indicó el afectado.
El productor recordó que la actual Ley de Tierras remite a una Ley de 1936 que impulsó el gobierno de López de Contreras (que a su vez tiene sus orígenes en 1848) y exige que para tener reconocimiento de título de propiedad sobre las tierras privadas, los dueños deben poseer documentos previos a esa fecha que comprueben la posesión ininterrumpida por más de 20 años.
"En el caso del hato El Zamuro cumplimos con esa reglamentación y mostramos documentación que data de 1834, es decir, 14 años más de lo que exige la Ley", informó Heredia.
PROCEDIMIENTO SOBRE PROCEDIMIENTO
Los dueños del hato El Zamuro recibieron la sorpresa de que en septiembre de 2009, el INTI levantó un nuevo acto administrativo de rescate sobre las 854 hectáreas, es decir, un rescate sobre rescate.
Pero en esa oportunidad, sí se abrió un expediente, por lo que la familia Heredia tuvo la oportunidad de presentar toda la documentación que les permitió conservar estos terrenos que ya el INTI pretendía despojar definitivamente.
"En el segundo rescate, el nuevo presidente del INTI Regional abrió un procedimiento adecuado como debieron hacerlo desde el principio y pude hacer oposición administrativa a la medida de rescate. Además pedí la nulidad contra la medida cautelar de aseguramiento contra las tierras por lo que frenamos el procedimiento", señaló Cipriano Heredia.
De las 3.400 reses, actualmente el hato El Zamuro sólo tiene 300 animales. Los actuales ocupantes sólo tienen en los terrenos 2 cochinos, 3 gallinas y una vaca, por lo que la época dorada de producción de esta unidad de producción ya es cosa del pasado debido a los atropellos gubernamentales.
Tal Cual Digital
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