Algunos sectores de la sociedad guyanesa muestran preocupación por el hecho de que en Venezuela se hable de la existencia de una disputa territorial por el Esequibo y no de una controversia, como lo define el Acuerdo de Ginebra, de 1966, que establece la búsqueda de salidas. Su alarma es que el Gobierno de Hugo Chávez se una a la tesis.
La posición se transmitió a través del editorial del diario Guyana Times del 4 de octubre. En el texto se afirma que el Gobierno del país vecino debe ratificar que no reconoce que hay una diferencia por los 159.500 kilómetros cuadrados de la zona en reclamación.
"En ningún momento Guyana o Gran Bretaña el poder que negoció el Acuerdo (de Ginebra)- aceptó que el documento implicaba debates sustantivos relacionados con una disputa sobre la revisión de su propia frontera", expresa.
Sostiene que el trabajo del buen oficiante del secretario general de la ONU, escogido para hallar la solución pacífica, debe centrarse en "proponer una vía para tratar la cuestión básica de la condición jurídica del Laudo Arbitral de 1899".
"Sólo si ese mecanismo o proceso determina que la decisión es nula, hay la posibilidad de que exista una disputa fronteriza", advierte.
El Guyana Times expresa su preocupación por dos razones. La primera, que medios de comunicación han afirmado que hay una disputa. Segundo, que la Cancillería de Venezuela supuestamente usa el término en el comunicado que emitió el 26 de septiembre.
El documento, en el que el Gobierno de Chávez califica de "situación irregular" la decisión de Guyana de solicitar la extensión de su plataforma continental, siempre usa, sin embargo, la palabra controversia.
Fuentes aseguraron que la preocupación es real. "Es una cuestión de interpretación; piensan que si se acepta que hay una disputa, se podría decir que Venezuela puede tener soberanía en parte del Esequibo", indicaron.
Afirman que también hay malestar en Guyana porque en la declaración que los cancilleres de ambos países hicieron después de la reunión en Trinidad y Tobago, el 30 de septiembre, se reconoció que la delimitación de fronteras marítimas "entre los dos Estados sigue siendo un tema pendiente" y que para ello se "requerirán negociaciones".
"La interpretación es que se admite que nada de lo que se haga en áreas marinas y submarinas procederá hasta que los países que lleguen a un acuerdo", indicaron.
El Nacional
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